Colección de penes
La Colección de Reptiles del Instituto Humboldt cuenta con cerca de 9.800 muestras de estos animales, huellas de la biodiversidad que han permitido descubrir especies nuevas para la ciencia y conocer mejor la distribución de las especies.
“Dentro de esta enciclopedia de la naturaleza contamos con una colección propia de aproximadamente 292 hemipenes de serpientes y lagartos, lo que nos ha permitido ampliar el conocimiento sobre estos peculiares órganos”, comentó la investigadora.
Gran parte de la colección de hemipenes fue donada por Juan Manuel Renjifo, antiguo curador de la colección de anfibios y reptiles del Instituto. Bajo custodia del Humboldt, el material de la colección ha sido organizado, garantizando la consulta por parte de cualquier científico o académico interesado.
Recientemente, los investigadores de la colección biológica de reptiles del Instituto Humboldt han invertido tiempo en la preparación de los hemipenes de los ejemplares, realizando montajes con diferentes tinciones para lograr observar y analizar mejor sus características.
Daniela García, que lleva cuatro años en el Instituto Humboldt y siente una gran pasión por las serpientes, quiere ampliar el conocimiento sobre los hemipenes. “Estos animales son fascinantes. Por eso, en las recientes expediciones de biodiversidad en las que he participado, trato de preparar la mayor cantidad de hemipenes de serpientes para estudiar su morfología y ampliar el número que hay en la colección”, concluyó.
La Colección Biológica de Reptiles del Instituto Humboldt cuenta con aproximadamente 292 hemipenes, muestras que aportan información valiosa para ampliar la taxonomía, evolución y morfología de los lagartos y serpientes del país.
Aunque históricamente se han agrupado a los anfibios y reptiles dentro del campo de estudio conocido como la herpetología, estos dos grupos de animales presentan historias evolutivas y características muy distintas. Así sucede en la forma de reproducirse, presentando grandes diferencias entre ambos grupos.
En el caso de anfibios como ranas y sapos, los individuos presentan principalmente una fecundación externa, pues carecen de pene. En un comportamiento conocido como amplexo o abrazo sexual, los machos de las ranas y sapos abrazan a las hembras y liberan semen por la cloaca hacia los huevos para fecundarlos. Por su parte, las salamandras, aunque no poseen pene, realizan una fecundación interna por espermatóforos.
En comparación, las serpientes, anfisbénidos y lagartos, llamados reptiles escamosos o escamados, cuentan con una característica bastante llamativa y que los diferencia de cocodrilos y tortugas: los machos tienen dos penes para realizar la fecundación interna, a lo que los científicos llaman hemipenes. Estos órganos están albergados en la cola de los machos y son evertidos por la cloaca mientras están copulando con una hembra.
Espinosos y bifurcados
Los hemipenes de estos reptiles tienen una gran variedad de tamaños, formas y texturas. Según Daniela García, investigadora de las colecciones biológicas del Instituto Humboldt, estas características van a depender de la especie y del tamaño de los individuos.
“Uno de los hemipenes más grandes que tenemos en la colección de reptiles del Instituto corresponde a la serpiente cazadora (Drymarchon melanurus), un reptil no venenoso que puede alcanzar tallas superiores a dos metros de largo. Por lo general, en una misma especie, entre más grande sea el individuo, más grandes van a ser sus hemipenes”.
La mayoría de las serpientes venenosas del grupo de las víboras o cuatro narices, cuentan con hemipenes con muchas espinas. “La razón de esta peculiaridad aún no se ha estudiado en detalle. Sin embargo, algunas de las especulaciones indican que las espinas les puede permitir agarrar mejor a las hembras en el momento de la reproducción”, anota García.
Otra curiosidad en algunas especies de serpientes y lagartos es que, a simple vista, al ver los dos hemipenes por fuera, puede aparentar que tuvieran hasta cuatro penes. “Pero no es así. Algunos hemipenes se bifurcan en dos y presentan surcos espermáticos externos que van desde la base hasta el ápice de los lóbulos del hemipene”, aclara la bióloga y microbióloga del Humboldt.
Los hemipenes de estos reptiles son variados: hay órganos de gran porte, diminutos, espinosos, lisos, bifurcados o simples. “Por ejemplo, la serpiente cascabel Crotalus durissus, reconocida por la presencia del cascabel en la parte posterior de su cola, cuenta con uno de los hemipenes más espinosos que he observado”, explica Daniela García.
La explicación sobre la morfología tan particular y la presencia de tener no uno, sino dos hemipenes en el grupo de las serpientes y lagartos aún no llega a ser esclarecida del todo.
García ha revisado varios estudios científicos para responder a las diversas preguntas que hay sobre el tema y explica que “una de las hipótesis que hay sobre la presencia de las pronunciadas espinas en los hemipenes de las serpientes es que están ahí para que el macho pueda agarrar mejor a la hembra durante la cópula, considerando que estos animales no cuentan con patas o extremidades para sujetar a su pareja”.