El rey de los Andes
El Oso andino es considerado una especie endémica (perteneciente a un solo lugar) de los Andes tropicales, la cual está asociada a las zonas de bosques andinos, bosques de niebla y páramos. Son de pelaje negro, tienen machas en el cuerpo y, en algunos individuos, estas se extienden a la cara, especialmente al hocico y a los ojos.Entre los machos y las hembras se presenta un dimorfismo sexual, es decir, sus características varían.
Por ejemplo, un macho adulto robusto puede alcanzar el 1,90 m o los 2.22 metros de alto (parados en sus patas traseras); mientras que la hembra puede medir de 1,12 m a 1,70 m. Los machos pueden llegar a los 175 kg y las hembras suelen pesar unos 60 kg.
Es uno de los osos más pequeño del mundo, junto con el Oso malayo; esto en comparación con especies como el Oso Pardo, que habita en los bosques de Europa, Asia y América del Norte; para el cual su peso puede alcanzar hasta los 500 kg y, estando parado en sus patas, llegar a los 2,95 m.
Aunque su dieta no es totalmente herbívora; este mamífero se alimenta principalmente de plantas como puyas y bromelias y de frutos dulces; aunque puede cazar y comer venados y, ocasionalmente, animales de rebaño como vacas y ovejas.
Jardinero de los bosques
“El Oso andino es un animal que altera positivamente la estructura del bosque; por ejemplo, para hacer sus camaretas (donde duermen), arrancan las ramas de los árboles y así abren claros de luz en el dosel del bosque, lo cual ayuda a la renovación de las plántulas existentes, haciendo que estas reciban la luz necesaria para crecer, garantizando un proceso de renovación de los bosques”, explica Reyes.
También juegan un papel importante en la dispersión de semillas. Debido a que recorren grandes distancias y a que consumen gran cantidad de frutos van dispersando esas semillas por el camino e, incluso, cuando expulsan su materia fecal llena de semillas, estas quedan en la tierra esparcidas como plántulas que van a germinar.
De igual manera, el Oso andino es un animal carroñero que ayuda con la disposición de animales muertos en los hábitats naturales. “Este oso es majestuoso, es un gran superviviente de la naturaleza, es conspicuo. Es el hermano mayor, el sabio del bosque”, concluye el experto del Humboldt.
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Paola Martínezprensa@humboldt.org.co