Una nueva especie de escarabajo fue hallada en las colecciones biológicas del Instituto Humboldt en Villa de Leyva, Boyacá, entre materiales líquidos con muestreos de hace aproximadamente 17 años.
Se trata de Palaeophileurus silvestris, ejemplar colectado en el Parque Nacional Natural Serranía del Chiribiquete, región amazónica colombiana, localizado en los departamentos de Caquetá y Guaviare. El nombre silvestris se refiere a "del bosque" y fue nombrado de esta manera por ser inquilino de los bosques tropicales.
Sobre el hallazgo de este nuevo escarabajo, el curador de la Colección de Entomología del Instituto Humboldt, Jhon César Neita, dijo: “Cotejé a través de dibujos la genitalia del macho, la cual permite, para el caso de los escarabajos, diferenciar y determinar la especie. Morfológicamente, el género Palaeophileurus es muy homogéneo, lo cual dificulta una correcta identificación. En el caso de las hembras, estas son mucho más complejas de reconocer, ya que se requiere recolectarlas junto a los machos para poder relacionarlas a un nombre en particular. De las diez especies descritas en el género, incluyendo a P. silvestris, solo para cinco son reconocidas sus hembras”.
Los especímenes de Palaeophileurus son extremadamente raros, y probablemente no más de 40 o 50 existen en colecciones biológicas alrededor del mundo. Su particularidad obedece, quizá, a poblaciones genuinamente pequeñas, métodos inadecuados para atraerlos o colectarlos y vacíos de información que confirmen una localización exacta en la geografía nacional.
“Esta es una especie díscola, escurridiza, que exige estar en el momento y lugar indicado para capturarla, dado que los escarabajos tienen períodos muy puntuales de aparición”, enfatizó el investigador del Humboldt.
En su morfología, la genitalia del escarabajo desde una vista lateral se asemeja a la primera especie de ave no voladora que se ha documentado en el mundo, la cual ha sido relacionada con palomas que dejaron de volar para convertirse en terrestres, y que fue extinta en las islas Mauricio en el océano Índico a finales del siglo XVII por causa de acciones humanas.
Junto a Palaeophileurus panamensis, Palaeophileurus proximus y Palaeophileurus silvestris suman siete los especímenes depositados en colecciones biológicas de Colombia. “Cada vez que nos dedicamos a revisar material de las colecciones aparecen este tipo de sorpresas, pues el Instituto tiene colectas de lugares en donde nunca nadie ha muestreado y eso la hace muy particular”, mencionó Neita.
Al tiempo, el Curador de la Colección de Entomología del Humboldt manifestó la necesidad de que más investigadores se unan a la labor de estudiar el material disponible y en mora de examinarse: “Nosotros estamos en esa campaña, llamamos a la gente que trabaja en entomología, particularmente en sistemática de insectos a nivel nacional e internacional, para que venga y estudie todo el material disponible del cual nunca se ha examinado nada; tenemos géneros en espera de descubrirse; yo por ejemplo, aún tengo tres por revisar. Aproximadamente en seco tenemos 3 millones de especies y en líquido más o menos 17 millones”.