- Las relaciones entre humanos, plantas y aves en la capital del Atlántico construyen diferentes realidades. Aquí algunas de ellas.
Las experiencias que presento a continuación revelan el entrelazamiento de las trayectorias de vida de seres que habitan la ciudad. Corresponden, por un lado, a personas que trabajan en los mercados del centro de Barranquilla y que, por lo mismo, han desarrollado oficios que dependen de la relación que han establecido con plantas y frutas de la región Caribe.
Este conjunto de historias revela que las relaciones entre humanos y plantas que se forman en los oficios de los mercados están embebidas en la memoria y en los afectos de quienes las relatan y que participan del escenario histórico y de los conflictos sociales y políticos de la ciudad. Esto queda en evidencia cuando las historias de vida que aquí se recogen nos cuentan los efectos que ha tenido el conflicto armado en las decisiones de personas, en su mayoría de origen campesino que, por cuenta de la violencia, se han visto obligadas a desplazarse desde sus lugares de origen hacia Barranquilla, para dedicarse a comercializar frutas y verduras del bosque seco. Los tránsitos entre lo urbano y lo rural hacen parte de la historia de los mercados del centro, pues han permitido el flujo de personas y plantas, así como de conocimientos que han jugado un papel importante en la economía de la región. Asimismo, nos permiten comprender las múltiples versiones de los mercados del centro de la ciudad, pues han sido lugares de acogida que han permitido la reproducción de la vida y la producción de la ciudad, y, al mismo tiempo, son escenarios hostiles que revelan las desigualdades estructurales de Barranquilla.
Otro conjunto de historias hace referencia a las trayectorias de vida de personas habitantes de la ciudad y su relación con las aves de la Ciénaga de Mallorquín. En estos relatos se reconstruyen las experiencias de expertos locales que participan del aviturismo de la ciudad, así como de las de las comunidades del barrio Las Flores y el corregimiento La Playa, cuya relación estrecha con la Ciénaga les ha permitido establecer vínculos con los pájaros y otros seres del lugar gracias a las labores de la pesca y el turismo. En estos relatos emerge una ciudad que se produce en las relaciones entre humanos y no humanos, donde el vínculo entre el agua y todas las formas de vida que dependen de ella es especialmente significativo. Este conjunto de trayectorias también pone de manifiesto que los conocimientos sobre las aves de Barranquilla se producen en las conexiones entre saberes locales y científicos, entre los que persisten asimetrías de poder.
Finalmente, las voces de las comunidades que viven cerca de la Ciénaga señalan los conflictos ambientales y las preocupaciones locales alrededor del cuidado de este lugar ubicado en un extremo de Barranquilla.
Dichas inquietudes responden a un contexto en el que la ejecución y planeación de distintos proyectos de desarrollo en el área de influencia de la Ciénaga amenaza los medios de subsistencia de las comunidades dedicadas a la pesca y al turismo de La Playa y de Las Flores.
Agradecimientos especiales
A todas las personas que participaron en estas conversaciones y que, generosamente, compartieron sus experiencias de vida con nosotras, muchas gracias:Alejandro Pérez ContrerasRamón MontesOmar GutiérrezAlberto FloriánAlí PachecoMaría de los Ángeles HurtadoCarlos Recuero