Esa mañana de domingo, el parque del barrio Belén de Medellín parecía el de un pueblo. Las bancas estaban llenas de abuelos viendo pasar la gente que iba de un lado a otro, así como las bicicletas que fueron llegando poco a poco para la cita que tenían con los Gigantes Invisibles de la ciudad. La cita hace parte de los recorridos por la biodiversidad de las ciudades de Colombia para pedalear las experiencias consignadas en el libro Naturaleza Urbana.
El primer gigante invisible que visitamos fue el bala de cañón, árbol emblemático del parque que junto con otros 4.391 forman el grupo de los llamados árboles grandes y antiguos (AGA). Estos árboles, con más de 60 centímetros de diámetro a la altura del pecho (DAP) fueron estudiados por un equipo de investigadores del Jardín Botánico de Medellín, para entender su impacto en la ciudad.
Zorayda Restrepo, líder de la investigación, tomó el micrófono para hablarle a los 90 participantes que con sus bicicletas y libretas de dibujo estaban listos para hacerle la visita a los árboles que silenciosos viven con nosotros en el caos urbano. Con sus raíces profundas e imponentes ramas, estos árboles constituyen tan solo el 1.3% del total de árboles de la ciudad, sin embargo, son capaces de capturar el 25% del total de dióxido de carbono que captura el arbolado urbano de la ciudad.
Con esto en mente, tomamos las bicicletas y seguimos a los líderes del camino, Mauricio y Molly de los colectivos Siclas y Mujeres en bici enamoran, promotores del uso de la bicicleta para la sostenibilidad. Nuestra segunda parada fue en el barrio Carlos E. Restrepo. Allí nos esperaba un gran ficus, que con sus maravillosos raíces fue el perfecto escenario para seguir aprendiendo más de los AGA.
Por su antigüedad estos árboles tienen información genética importante que da cuenta de su adaptación a través del tiempo, por lo que deberían ser importantes objetos de conservación en la ciudad. Sin embargo, muchas veces el aprovechamiento forestal se enfoca en este tipo de árboles. Mientras escuchamos estos argumentos de Zorayda, empezamos a dibujar el ficus y otros árboles de estaban en nuestros recuerdos.
Nuestro recorrido siguió hasta llegar al Jardín Botánico donde fijamos por un momento nuestra atención en un algarrobo y una ceiba, ambos gigantes polinizados por murciélagos, otros valiosos invisibles. En este escenario magnífico, ilustradores de Entreviñetas guiaron nuestros dibujos, esta vez para fijarnos en las hojas y pequeños detalles que casi siempre pasan desapercibidos.
“La ciudad debería estar planeada en función de los árboles” fue el mensaje enfático de Zorayda. En un mundo que enfrenta los desafíos del cambio climático, la permanencia de este tipo de árboles es estratégica ya que según la investigación realizada, “son los principales oferentes del servicio de regulación climática”.
Nuestro recorrido terminó en la exposición Gigantes Invisibles en el Teatro Pablo Tobón Uribe, que resalta los árboles de la Avenida La Playa, una iniciativa de Entreviñetas y LaSavia.
Agradecemos a Cicloreaders, quienes nos acompañaron también en Cali en esta experiencia de combinar lecturas con bicicleta, Mujeres en Bici Enamoran, Entreviñetas, Colectivo EnSIcla, Entreviñetas, LaSavia, Teatro Pablo Tobón Uribe, Probá Freeda, Hatsu, Siembra Viva y CoTree.