Nombrar al país como #ColombiaAnfibia es reconocer que nuestro territorio es también el agua que se acumula en las nubes, cae desde las montañas, fluye por sus quebradas, meandros y ríos, persiste en los morichales y lagunas, moja los esteros y acuíferos subterráneos y le da vida a los manglares antes de conectarse con los dos mares.
Los ecosistemas en los que se acumula el agua dulce temporal o permanentemente son los humedales. Estos cubren hasta el 26 % del país y determinan la dinámica de las especies que viven en ellos y de las que dependen del agua para sobrevivir, incluyendo, claramente, a nosotros como seres humanos.
Explora los mapas de humedales en #ReporteBIO
Para todos los colombianos, los humedales son imprescindibles en términos de alimento, sustento económico y experiencias culturales, pues de ellos sacamos animales para comer y plantas para elaborar artesanías; usamos el agua para regar los cultivos y darle de beber a los animales que criamos, y disfrutamos de su frescura para bañarnos o contemplar los reflejos de luz sobre sus ondulaciones.
Por lo tanto, el valor de los humedales está tanto en su riqueza natural, que involucra la biodiversidad y los flujos de agua, nutrientes y energía, como en los beneficios directos, indirectos y simbólicos que reciben las comunidades.
Desde las costumbres y tradiciones de las culturas milenarias, hasta los más recientes desastres que hemos tenido que afrontar, también hemos descubierto que la naturaleza pulsátil de los humedales puede ocasionar la abundancia o la escasez del agua; en algunas temporadas aumenta y ocasiona inundaciones o en otras disminuye y produce sequías.
De esta manera, el buen manejo de los humedales permite afrontar estos cambios estacionales y climáticos para reducir los daños que se pueden ocasionar sobre los pobladores.
Seguimos aprendiendo en este sentido, especialmente frente a nuevos escenarios de mayores densidades de población humana y lugares altamente transformados como las ciudades, por lo que el 2017 fue proclamado como el año de humedales para la reducción del riesgo de desastres.
Escuche:
¿Cómo se puede incorporar el conocimiento sobre los humedales para poderlos gestionar apropiadamente y así prepararse para desastres o catástrofes naturales?
Entrevista a Lina M. Estupiñán y Úrsula Jaramillo
La importancia de estos ecosistemas, a nivel mundial, se celebra el 2 de febrero de cada año durante el Día Mundial de los Humedales. En esa misma fecha pero de 1971 se reunieron miembros de las Naciones Unidas para elaborar la Convención de Humedales en la ciudad costera iraní Ramsar.
El lugar de la reunión le da el nombre más conocido: Convención Ramsar. Esta tiene el objetivo conservar y usar sosteniblemente los humedales alrededor del mundo para el beneficio de la naturaleza y la humanidad.
En Colombia, recientemente la lista de humedales proclamados sitios Ramsar aumentó con dos nuevas adiciones: la Ciénaga de Ayapel en el departamento de Córdoba y Lagos de Tarapoto, el primer humedal Ramsar de la Amazonía colombiana.
La protección internacional de estos humedales es motivo de celebración, pues los humedales han sido altamente transformados y necesitan de distintas figuras de conservación y restauración para mantenerlos en estados saludables.
Se estima que el 24 % de los humedales del país ha sufrido algún tipo de cambio antrópico, y los de las regiones del Urabá, el piedemonte de la Orinoquía, la cuenca del río Sinú y La Mojana han sido los más afectados.
La ganadería y la agricultura son motores de cambio que han impactado fuertemente a los humedales, así como la contaminación de los cuerpos de agua con subproductos industriales y metales pesados.
Las amenazas a la salud de estos ecosistemas, junto con su importancia en términos ecológicos, económicos, sociales y culturales, hace que la conservación y la adecuada gestión de los humedales sea urgente.
El reto está en que la gran cantidad de humedales que existen en el país (48.000 registros de inventario nacional), que además deben ser manejados de forma diferencial según sus dinámicas propias, está en manos de distintas entidades que deben articularse para lograr una gestión que contemple los humedales como complejos conectados a pesar de encontrarse dentro de más de una jurisdicción.
Conoce más sobre #ColombiaAnfibia en nuestras publicaciones:
reporte.humboldt.org.co
http://www.humboldt.org.co/es/component/k2/item/802-colombiaanfibiav1
http://www.humboldt.org.co/es/component/k2/item/871-colombiaanfibiav2