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Biodiversidad
Aves marinas dejan ver su belleza en Providencia luego del huracán
Aves marinas dejan ver su belleza en Providencia luego del huracán
autor
Prensa Instituto Humboldt
publicación
25.1.21

En el área marítima de las islas de Providencia y Santa Catalina habitan diversas especies de aves migratorias y residentes

  • Cerca de 250 fragatas fueron registradas en los cayos Tres Hermanos de Providencia, un hallazgo que sugiere que luego de Iota tienen una población saludable.
  • La Boa constrictor, reptil que fue introducido en el archipiélago a principios del siglo pasado para controlar roedores, apareció durante la expedición Cangrejo Negro.
  • Las dos especies de iguanas que habitan en la isla, también introducidas por el hombre, fueron identificadas en todas las localidades.


En el área marítima de las islas de Providencia y Santa Catalina habitan diversas especies de aves migratorias y residentes, representantes de la avifauna que encuentran en estos ecosistemas refugio, alimento y sitios para anidar.



Tal es el caso de las fragatas, aves marinas con largas alas de color negro y un tamaño que puede alcanzar los 114 centímetros, las cuales hacen presencia en los cayos, manglares y arbustos de las costas colombianas.

El huracán Iota, que a mediados de noviembre del año pasado causó serias afectaciones en los bosques secos tropicales y manglares de Providencia, puso en riesgo al hogar de estas aves que se caracterizan por ser bastante ágiles en sus vuelos.


Las fragatas son aves marinas con largas alas de color negro y un tamaño que puede alcanzar los 114 centímetros. Foto: Felipe Villegas (Instituto Humboldt).



Sin embargo, en la expedición Cangrejo Negro, los investigadores de los Institutos Humboldt y Sinchi, encargados de analizar el estado de las aves luego del paso del huracán, dieron un parte de tranquilidad para las fragatas de Providencia.

“Estas aves marinas anidan en los cayos Tres Hermanos. En este sitio censamos cerca de 250 individuos en un solo recorrido, muchos de los cuales están en proceso de anidación. Esto sugiere que luego del huracán tienen una población saludable”, informó Hernando García Martínez, director del Instituto Humboldt.


Según el Instituto Humboldt, este hallazgo sugiere que luego de Iota las fragatas tienen una población saludable. Foto: Felipe Villegas (Instituto Humboldt).



Las aves terrestres también fueron analizadas por los investigadores de la expedición Cangrejo Negro por medio de redes de niebla.

“Es una técnica ampliamente usada por los ornitólogos que consiste en extender unas redes de nylon o poliéster que tienen unos bolsillos”, manifestó David Ocampo, investigador de la entidad.


Providencia alberga diversas especies de aves en sus ecosistemas terrestres y marinos. Foto: Felipe Villegas (Instituto Humboldt).



Las redes de niebla se extienden en las zonas de paso de aves. “Los individuos quedan suspendidos en estas redes, las cuales revisamos constantemente durante todo el día para que las aves no se maltraten”.

Luego, las aves son estudiadas por los biólogos y ornitólogos. “Las analizamos detalladamente para ver el estado del plumaje, saber si están reproductivamente activas y les tomamos medidas. A lo último las liberamos en su hábitat natural”, concluye Ocampo.



Especies introducidas

Su cuerpo alargado, de hasta cuatro metros, zigzaguea con calma entre la hojarasca. Sus tonos pardos, verdes y amarillos, con algunas manchas negras, le permiten camuflarse con facilidad en la vegetación y así despistar a sus presas.

Se trata de la Boa constrictor, un reptil que, aunque prefiere permanecer en la tierra, también es un excelente nadador, se trepa en lo más alto de los árboles y encuentra refugio en los huecos de los troncos.



Solo habita en el continente americano, desde el norte de México hasta Argentina, y no cuenta con la estampa de peligro de extinción. En Colombia tiene una amplia distribución, pero no hace parte de la biodiversidad nativa del archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.

Desde principios del siglo pasado, la Boa constrictor apareció en este territorio insular colombiano y no por factores naturales o una ruta de migración por el océano Atlántico. El hombre la introdujo para que controlara las poblaciones de roedores.


Investigadores de los Institutos Humboldt y Sinchi analizaron el estado de la población de aves en la isla de Providencia. Foto: Felipe Villegas (Instituto Humboldt).



“Esta especie fue introducida en el archipiélago para que disminuyera los roedores. La Boa constrictor logró adaptarse tan bien al ambiente de las islas que es uno de los animales con mayor abundancia”, dijo Andrés Acosta, investigador del Instituto Humboldt.

Ni el fatídico paso del huracán Iota logró afectar la población de este reptil introducido en Providencia. Según Acosta, en los recorridos de la expedición Cangrejo Negro por la isla, los investigadores del Sistema Nacional Ambiental corroboraron su presencia.


La mayoría de las fragatas están en proceso de anidación. Foto: Felipe Villegas (Instituto Humboldt).



“En esta expedición, la cual busca hacer el diagnóstico de la biodiversidad en Providencia, encontramos varios especímenes de la Boa constrictor en los relictos de bosque seco, hallazgos que evidencian la alta capacidad de resiliencia que tiene”.

Esta especie se alimenta principalmente de pájaros y pequeños animales y roedores. Es de hábitos solitarios y nocturnos y, aunque no es venenosa ni representa peligro para los seres humanos, en Providencia es atacada por la población.


Los cayos Tres Hermanos son uno de los sitios en Providencia con mayor presencia de aves marinas. Foto: Felipe Villegas (Instituto Humboldt).



“Algunos pobladores de la isla las sacrifican cuando ingresan a los corrales a comerse los pollos, una práctica que ha sido documentada en la literatura desde hace varios años”, precisa Acosta.

Dos especies de iguanas, también introducidas por el hombre en el archipiélago, también fueron registradas en la expedición Cangrejo Negro. “Estas iguanas, una verde y la otra de color más oscuro, las observamos en todas las localidades con diversos individuos”, manifestó el director del Instituto Humboldt.


Dos especies de iguanas fueron introducidas por el hombre en Providencia. Foto: Felipe Villegas (Instituto Humboldt).



A pesar de estos hallazgos, García precisa que estas iguanas sí sufrieron por los embates del huracán. “Debemos realizar ciertas técnicas de manejo para que las poblaciones se recuperen y sigan siendo especies importantes dentro del paisaje y la cultura de Providencia. La gente las reconoce, valora e incluso las aprovecha para consumo”.

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