Nunca antes el Plan Nacional de Desarrollo había generado tanto interés nacional. El momento histórico que vive Colombia, con la apuesta hacia la paz y los grandes retos del postconflicto*, son recibidos con excepticismo debido a la brecha conceptual entre el saliente y entrante modelo de desarrollo del presidente Santos. A pesar de existir solidez conceptual dentro de las bases de este plan, que propone tres pilares fundamentales —equidad, paz y educación— alrededor de un modelo de desarrollo de crecimiento verde, no se encuentra la misma coherencia dentro del articulado del proyecto de ley radicado ante el Congreso de la República. Las principales críticas al Plan, que pueden afectar la implementación de la Política Nacional de Gestión Integral de la Biodiversidad y sus Servicios Ecosistémicos (PNGIBSE), se pueden analizar a partir las estrategias transversales y regionales que aquí se proponen.
En relación a las estrategias transversales, es preciso mencionar que el Plan únicamente concentra los resultados ambientales sectoriales a metas globales de desempeño como emisiones de carbono y disminución de la tasa de deforestación. Adicionalmente, la información no se articula con indicadores de pérdida de biodiversidad o con incidencia en la creación de conflictos sociales, ambientales o indicadores de bienestar, los cuales nos pueden mostrar si vamos por buen camino hacia la consolidación de la paz. Por otro lado, la transformación del campo requiere, con urgencia, una mirada equilibrada del territorio. La articulación de las diferentes miradas territoriales desde los sectores, los justos ambientales y el bienestar de las personas son vitales para la equidad y la paz. Vemos el llamado de ordenar el campo como una oportunidad de articular el trabajo ya avanzado que sobre ordenamiento territorial han hecho otras entidades (Ministerio de Mínas y Energia, Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio, Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible) y así, integrar el conocimiento hacia nuevas construcciones colectivas que permitan el desarrollo sostenible (social, ambiental y económico).
Desde la estrategia territorial, vale la pena aclarar que no se incluye la visión de la región Amazónica. La entrega de autonomía territorial y financiera a los pueblos indígenas, garantizada con partidas concretas en el presupuesto del Plan, pueden ser la razón de su exclusión. Sin embargo, siguen vigentes los interrogantes relacionados con los conflictos que genera el choque de visiones locales y nacionales cuando se encuentran en el territorio. Desde esa perspectiva, debería incluirse la región Amazónica como aquella que brinda la oportunidad de construir un diálogo provechoso de saberes y construcción de confianza que apunten a la gobernanza territorial, es decir, aquella que construye el bienestar social y ambiental desde la propia visión de los protagonistas. También se debe resaltar que el territorio denominado Llanos Orientales: ambiente, agroindustria y desarrollo humano desde su planteamiento ya genera controversia, pues se hace una apuesta de desarrollo ligada al modelo agroindustrial, a pesar de existir grandes incertidumbres sobre las dinámicas ambientales territoriales. Por lo anterior, consideramos arriesgado enfocar los esfuerzos en este modelo de desarrollo.
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A continuación se mencionan otros temas que brillan por su ausencia y que, entre otras propuestas, son alternativas reales y necesarias para lograr la apuesta contenida en la PNGIBSE y el cumplimiento de los pilares del plan:
- El anterior Plan Nacional de Desarrollo posicionó los temas de biodiversidad y los servicios ecosistémicos en el eje de sostenibilidad ambiental. La actual propuesta no los nombra de manera explícita, a pesar de ser dos temas muy importantes para el desarrollo de la estrategia transversal de crecimiento verde.
- Biocomercio y ecoturismo son grandes impulsadores de emprendimientos socioambientales. Son necesarios y requieren de apoyo del gobierno central en las condiciones actuales de pérdida de biodiversidad y urgencia de oportunidades para la paz y superación de la pobreza.
- Colombia es un país anfibio y tiene una importante tradición de pesca artesanal, por lo que el sector pesquero cuenta con un gran potencial social y ambiental que requiere atención urgente para evitar el colapso por amenazas internas y externas del sector. Estas, entre otras propuestas sectoriales, locales, regionales y nacionales.Otro un asunto de gran relevancia nacional es el reconocimiento que deberían tener los derechos de propiedad intelectual en cabeza del Estado, referidos a los resultados de los proyectos de investigación y desarrollo financiados con recursos públicos. El valor de este activo debe debatirse públicamente antes de autorizarse la cesión de derechos a título gratuito. La investigación sobre biodiversidad busca la distribución justa y equitativa de los beneficios que se deriven de su uso, incluyendo el respeto a la producción del conocimiento.
En conclusión, se requiere un trabajo arduo por parte del Congreso de la República para ensamblar la propuesta conceptual del Plan Nacional de Desarrollo y la Ley del Plan, la cual regirá por cuatro años el rumbo de un país con una urgente necesidad de transitar hacia una paz real y efectiva.
Análisis desarrollado por elObservatorio de políticas públicas, alertas tempranas y proceso emergentes del Instituto Humboldt. Investigadores: Adriana Camacho, César Rojas, Carlos Tapia, Carlos Sarmiento, Carlos Lasso, Germán Corso, Rodrigo Moreno.
*Los principales retos del postconflicto son equidad, educación, el uso y acceso a la tierra, el ordenamiento territorial entorno a las capacidades territoriales, biodiversidad y servicios ecosistémicos, promoción de actividades productivas compatibles con un desarrollo sostenible, el respeto por otras formas de vida, perdón y olvido.