- Desde el año pasado comenzó el proyecto de actualización e identificación de las Áreas Clave para la Biodiversidad (KBA, por sus siglas en inglés) en dos de las regiones más biodiversas del mundo, los Andes tropicales y la cuenca del Congo. En Colombia, este trabajo es liderado por el Instituto Humboldt, BirdLife International y la Asociación Calidris.
- Como resultado del proyecto, en octubre de 2022, se creó un Grupo de Coordinación Nacional conformado por diferentes instituciones y expertos, quiénes llevarán un registro de estás áreas en el país. Además, a futuro, validará las nuevas nominaciones de Áreas Clave para la Biodiversidad.
- El proyecto financiado por Bezos Earth Fund mostrará los lugares con mayor importancia para la conservación de especies y ecosistemas en el país. Los resultados obtenidos en el proyecto y la información actualmente disponible podrán servir de insumo para la toma de decisiones de nuevas áreas protegidas o para la generación de Otras Medidas Efectivas de Conservación basadas en áreas (OMEC).
Las Áreas Clave para la Biodiversidad (KBA, por sus siglas en inglés) son lugares de gran importancia para la protección de especies y ecosistemas. Por está razón, el Programa KBA fue adoptado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) en 2016, como una de las herramientas para la conservación y se generó un conjunto global de criterios para establecer e identificar estos sitios entre los que se considera la distribución geográfica de las especies amenazadas y las que tienen distribuciones restringidas a nivel global, entre otros aspectos.
Desde 2016, la Asociación KBA, que incluye 13 organizaciones internacionales de conservación, se dio a la tarea de identificar y promover la protección de estás áreas y, en la actualidad, con la financiación del Bezos Earth Fund, la asociación busca actualizar la lista de KBA en dos de las regiones más megadiversas del mundo, los Andes tropicales y la cuenca del Congo.
Los países participantes en los Andes tropicales son Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú. En nuestro país, el desarrollo de este proyecto es liderado por el Instituto Humboldt que trabaja de manera articulada con BirdLife International y la Asociación Calidris.
“El proyecto tiene cuatro objetivos principales. El primero, es el de establecer un Grupo de Coordinación Nacional que se encargará de hacer seguimiento a los sitios KBA. El segundo, es el de realizar actividades de capacitación o fortalecimiento del conocimiento alrededor de las KBA en el país. Un tercer objetivo es el de actualizar la información de especies y ecosistemas para los sitios KBA, lo que implica cubrir una mayor biodiversidad de la que hasta el momento está reportada. Y por último, está el objetivo de promover la importancia de las Áreas Clave para la Biodiversidad en el país”, manifestó Karolina Fierro, investigadora de Ciencias Básicas del Instituto Humboldt.
En Colombia, el proyecto inició en mayo del 2022 y avanzó en la conformación del Grupo de Coordinación Nacional. Este es un grupo de instituciones gubernamentales, científicas y de conservación encargadas de coordinar el proceso de identificación, nominación y actualización de las KBA a nivel nacional y articular sus actividades con otros procesos e iniciativas nacionales, por ejemplo, la Mesa Nacional de Prioridades.
“El año pasado realizamos un taller de capacitación sobre las Áreas Clave para la Biodiversidad, en donde participaron las organizaciones y personas que hacen parte del Grupo de Coordinación Nacional. En los tres días del taller revisamos los diferentes criterios y el proceso para nominar una KBA. Por ejemplo, el criterio de especies detonantes, qué considera las especies amenazadas en diferentes categorías, de rango de restringido o congregatorias que pueden ser conservadas en las KBA. También se analizaron los criterios de ecosistemas, cómo se pueden involucrar ecosistemas amenazados o los lugares donde se conserva la integridad biológica, es decir, espacios donde la intervención humana ha sido mínima. Además, se trataron temas sobre cómo estás áreas deben tener límites bien definidos en términos ecológicos y de manejabilidad y cómo las personas en el territorio con intereses de conservación pueden contribuir a las KBA”, agregó la investigadora Fierro.