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Así se recuperan los bosques de Providencia un año después del huracán Iota
Así se recuperan los bosques de Providencia un año después del huracán Iota
autor
Julián Sáenz
publicación
1.10.21

‍Entre el 15 y 16 de noviembre del 2020, el huracán Iota , categoría cinco (según la escala Saffir-Simpson), golpeó la isla durante la madrugada

  • Una nueva expedición del Instituto Humboldt evalúa el proceso de recuperación natural del archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Además, de comenzar con la siembra de 5.000 árboles en el marco de la estrategia nacional “sembrar nos une”.

“Mi casa era blanca de dos pisos con amplios balcones. En la parte alta, que era de bosque, había Hog plum (Jobo), Cotton tree (Ceiba) y Wild borch (Indio desnudo). En la parte baja, yo tenía anón, guanábana y jumbaleen (Grosella). Pero el huracán se llevó todo. Mi casa, el bosque y el patio”, cuenta Zully Archbold, quien a sus 53 años intenta continuar su vida, llena de ilusiones y con la esperanza de que Providencia renazca.

El hogar de Zully queda en el sector de McBean Hill, una zona cercana al centro de Providencia, al nororiente de la isla. Desde la colina donde ella vive, se pueden apreciar los diferentes tonos de azul del mar que antes del huracán, los turistas buscaban con afán. Pero también, a sus espaldas, tiene otra gran cantidad de matices: los del color verde que ofrece el bosque seco. Las dos caras mágicas de la isla.

Sin embargo, este paisaje cambió.

Entre el 15 y 16 de noviembre del 2020, el huracán Iota , categoría cinco (según la escala Saffir-Simpson), golpeó la isla durante la madrugada, con vientos que llegaron a tener una velocidad de hasta 259 kilómetros por hora. Como lo describe Zully, el huracán arrasó con las casas y el bosque. De un día para otro, la paleta de colores verde pasó a un monocromático marrón.

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Los resultados de la Expedición Cangrejo Negro, realizada entre el 17 y el 24 de enero de este año por el Instituto Humboldt, determinaron que: “todas las especies vegetales de la isla experimentaron algún nivel de afectación estructural y funcional”.

reconstruir patios
Zully Archbold (izquierda) y Rita Vargas (derecha) son dos de las familias que esperan reconstruir sus patios isleños gracias a los árboles que llegarán de San Andrés. Foto por Julián Sáenz


Miles de árboles del bosque se perdieron, así como también las plantas de los tradicionales patios isleños, espacios productivos ubicados al interior de los predios de los habitantes de Providencia y Santa Catalina. Allí, se cultivaban especies frutales, medicinales, maderables y algunas ornamentales, que contribuían con la seguridad alimentaria de las islas.

De hecho, Rita Vargas, vecina de Zully, quien vive al frente del antiguo puesto de bomberos recuerda que:

“Yo tenía aguacates, ciruelas, guanábanas, naranjas, mangos y maracuyas. Los maracuyas, estaban lindos se fueron con todo y raíz, eso sí que da pesar”.Como Rita y Zully, son muchos los pobladores de Providencia que en sus patios isleños tenían una gran variedad de productos asociados a las plantas. Pero si se hiciera una encuesta, tal vez, los más añorados y los que menos se ven por ahora son el tamarindo (Tamarindus indica) y el kinep o mamoncillo en español (Melicoccus bijugatus).

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Aunque también se extraña el Chieny ruut, una especie de planta, difícil de cultivar, cuya raíz los raizales la usan para el tratamiento de la anemia. Radiga Sjogreen es uno de los pocos pobladores que logra cosecharlas y las vende ocasionalmente en su local, ubicado relativamente cerca de lo que queda del Museo Histórico y Cultural Iva Virgina Archbold Archbold.

Después del paso del huracán, varios investigadores del Instituto Humboldt realizaron la ya mencionada Expedición Cangrejo Negro. Esta tenía como objetivo la generación de información científica que permitiera conocer el estado real de la flora, las aves, los mamíferos, los reptiles, los recursos hidrobiológicos, las playas, los manglares y las comunidades. Así como dar lineamientos que permitieran la recuperación tanto de las especies como de los ecosistemas.

Para el caso de los bosques el informe señaló que: “La diversidad florística y estructura del bosque en las islas se vieron altamente afectadas por el paso del huracán Iota (...) De tal forma, se recomienda que las acciones de restauración se orienten a enriquecer este ecosistema con especies nativas y con potencial alimenticio, tanto en áreas productivas (patios isleños y potreros de ganado), como en áreas de bosque y sucesiones que se encuentran sin uso actual”.

vivero jadín botánico
El vivero del Jardín Botánico de la Universidad Nacional en San Andrés tiene una capacidad de producción de 5.000 plantas de 40 especies diferentes. Foto por Julián Sáenz


Además, el documento detalla diferentes especies de árboles que son recomendadas para la restauración de los bosques ya que son más resilientes a eventos como el Iota y que son de interés para la comunidad. Algunos de estos son: Cotton tree o Ceiba (Ceiba pentandra); Hog plum o jobo (Spondias mombin), Pop thatch (Coccothrinax argentata), Wild pop thatch (Acoelorraphe wrightii), Cedar o Cedro (Cedrela odorata), White wood (Trichilia hirta), entre otros.

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“La nueva expedición ‘Seaflower Plus 2021’ busca entender cómo se recupera el sistema después de casi un año del huracán. En el caso de los bosques valorar cómo ha sido su proceso de regeneración natural y dejar nuevamente las bases para que se pueda continuar con el monitoreo. Además, hay una parte que tiene que ver con el enriquecimiento de los bosques, con la siembra de árboles”, manifestó Roy González, investigador de la línea de Gestión de Ecosistemas Estratégicos del Instituto Humboldt y coordinador técnico de esta nueva expedición.

Siembra de árboles
Investigadores del Instituto Humboldt, Coralina, el Jardín Botánico de Medellín y la Universidad Distrital Francisco José de Caldas trabajan junto con las comunidades en la instalación de un sistema de monitoreo para ver cómo la biodiversidad se recupera.


La expedición Seaflower Plus 2021 comenzó el 4 de septiembre e irá hasta finales de este año. En esta ocasión se evaluarán los grupos de plantas, mamíferos, insectos, recursos hidrobiológicos, aves, anfibios y reptiles. Además, los investigadores actualizarán el mapa de unidades bióticas de las islas, presentarán un portafolio con los lineamientos para su rehabilitación ecológica, que será discutido con las comunidades locales y; junto con los raizales crearán y publicarán una serie de guías de especies clave tanto a nivel ecológico como cultural.

“Cada grupo de investigadores trabaja de la mano con la comunidad. Por ejemplo, el equipo de plantas, estuvo conformado por 13 investigadores y cada jornada trabajaban divididos en cuatro brigadas. En cada una de ellas iban dos personas de las islas y trabajaron en equipo del 4 al 10 de septiembre”, agregó González.

La travesía de enriquecer los bosques y los patios de Providencia

Después del paso del Huracán, la gran mayoría de árboles quedaron dañados o con algún tipo de afectación. El agua en la isla era escasa, la disponibilidad de semillas era insuficiente y, por obvias razones, no habían viveros en Providencia.

Desde el vivero del Jardín Botánico de la Universidad Nacional en San Andrés se comenzaron a hacer esfuerzos para comenzar la producción de algunos árboles estratégicos, y la recolección de algunas plántulas y semillas. Esta labor se realizó corriendo contra el tiempo porque el clima era otro de los desafíos a vencer.

Personas encargadas envío
Rafael Mora y Jennesis James son las personas encargadas de la producción y la logística de envío de los árboles a Providencia. Foto por Julián Sáenz


“La época seca en el archipiélago va de enero a mayo. Después comienza la época húmeda, por esta razón había que comenzar la producción y la búsqueda de semillas y plántulas para poder empezar las siembras en la época húmeda. Si siembras en época seca, se tienen limitaciones para hacer los agujeros, el suelo está muy duro y con seguridad las plantas mueren por el sol”, así lo explica Rafael Mora Betancur, coordinador general del proyecto de siembra del Jardín Botánico.

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Meses después, el Instituto Humboldt realizó un convenio con el Jardín Botánico de San Andrés en el marco del programa de siembra de 180 millones de árboles “sembrar nos une”, impulsado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible. La meta es sembrar 5.000 árboles que contribuyan con el enriquecimiento de los bosques y los patios isleños de las familias en Providencia y Santa Catalina.

Rita espera con ansias reconstruir su patio y que en su predio pueda sembrar algunos mangos, aguacates y tamarindos que vienen de San Andrés. Zully, además de las plantas frutales espera recuperar el bosque que según ella: “Nos protege a todos, el bosque nos protege. A mí me gusta mucho el tener el bosque y tener plantas nativas, nos protege de la erosión y en los días de lluvia de los arroyos”.

El Jardín Botánico de la Universidad Nacional está localizado en el sector denominado Harmony Hall Hill, sobre la vía que conduce a San Luis en San Andrés. El vivero que está allí ubicado tiene una capacidad de producción de 5.000 plantas de 40 especies diferentes, se puede decir que es el centro de operaciones para el enriquecimiento de los bosques en Providencia.

El vivero del jardín botánico cuenta con amplia experiencia y conocimiento sobre los tiempos ideales de siembra y recolección de semillas de las diferentes especies. Sin embargo, después del huracán debieron enfrentar varios retos para la producción de las mismas. “El huracán y el cambio climático ha hecho que algunas especies no produzcan la cantidad de semillas o de frutos esperados, como el mango. Su producción se afectó porque no llovió cuando debió haber llovido. Lo mismo pasó con la producción de semillas del olivo salvaje (Simarouba amara), con esta especie se tuvo que realizar un rescate de plántulas”, aseguró Jennesis James Nelson, jefe de campo del Jardín Botánico, quien está encargada de la producción de las plantas que irán a Providencia.

El tiempo de crecimiento de las plantas no es el mismo para todas las especies y la disponibilidad de semillas tampoco lo es. Por eso, para cumplir con el reto de siembra en Providencia, desde el vivero del Jardín Botánico de San Andrés realizan diferentes metodologías de propagación para alcanzar la producción requerida.

Algunas de las plantas que están en el vivero se obtuvieron luego de una colecta de semillas. Otras como lo mencionó Jennesis se consiguen a través del rescate de plántulas: método que consiste en buscar en la naturaleza plantas jóvenes y llevarlas al vivero, generalmente se seleccionan las que no van a crecer en el lugar donde están, como por ejemplo, las que se encuentran en los bordes de los caminos. Finalmente, también se obtienen por propagación vegetativa, que consiste en tomar un pedazo de rama de alguna especie y ponerla a enraizar.

Plantulas a providencia
El 6 y 7 de septiembre cerca de 600 plántulas zarparon desde San Andrés a Providencia para comenzar el proceso de enriquecimiento de los bosques y los patios isleños. Foto por Rafael Mora


“Desde el Instituto Humboldt hacemos el seguimiento de las especies que se van a propagar desde el Jardín Botánico y también prestamos nuestra asesoría técnica. Además, se ha generado un aplicativo donde se recopila la información en tiempo real de los sitios de siembra y el avance”, manifestó Edwin Bello, ingeniero forestal y coordinador de siembra de los 10 convenios que tiene el Instituto Humboldt en la iniciativa de 180 millones de árboles en Colombia.

Las plantas producidas por el vivero del Jardín Botánico de San Andrés y que serán llevadas a Providencia son las priorizadas por el informe de la Expedición Cangrejo Negro. Es decir, especies tanto para enriquecer el bosque seco como para los patios isleños de las familias.

Una vez las plantas tienen la altura y las condiciones necesarias para ser sembradas, empieza la verdadera travesía. Llevar los árboles de San Andrés a Providencia y comenzar a sembrarlos en diferentes partes de la isla. Las zonas boscosas tanto de Providencia como de Santa Catalina y los cayos como Crab Cay o Three Brothers Cay, todavía tienen troncos caídos o son de difícil acceso, lo que hace que la logística sea todavía más dura.

Recepción de árboles providencia
Los árboles fueron recibidos en Providencia por Junios Rojas y su equipo, quienes tienen la labor de comenzar el proceso de siembra. Foto por Junior Rojas


El pasado seis y siete de septiembre zarparon desde el puerto de San Andrés dos barcos comerciales que en su cubierta llevaban las primeras 600 plántulas que iban a ser sembradas en Providencia. Además de las plantas, el barco llevaba como encomienda materiales que facilitarán la labor de plantación. Había picas, palas, barras, bolsas, guadañas, palos, polisombras e hidrogeles para que los árboles puedan retener la humedad.

El equipo encargado del reverdecer de Providencia

Luego de seis horas de trayecto, los árboles viajeros fueron recibidos en Providencia por Junior Rojas, uno de los tres coordinadores de los equipos de siembra en la isla. Con tan solo 25 años, Rojas es uno de los héroes anónimos que trabaja incansablemente por el renacer de la isla.

Siembra de árboles
Junior Rojas y su equipo recorren las islas de Providencia y Santa Catalina, además del Crab Cay y Three Brothers Cay sembrando los árboles que llegaron del vivero del Jardín Botánico en San Andrés. Foto por Junior Rojas


Él no solo debe recibir los árboles. En un proceso previo debió identificar, con apoyo del Insituto Humboldt, las zonas aptas para siembra tanto del bosque seco como de los patios isleños. En el caso de los predios privados, garantizar que los dueños tengan la debida propiedad del terreno y que acepten árboles. Además, él y su equipo deben realizar las labores de limpieza del terreno, los huecos para la siembra y la posterior plantación de los árboles.

El equipo de Junior Rojas está conformado por los raizales: Edgar Henry, Joaquín Newball, Luisa Livinstong y Jud Orejuela. Ellos realizan esta labor por toda Providencia, por Santa Catalina y en algunos cayos.Uno de los primeros predios en ser sembrados será el de Zully. “La idea es reponer las especies de bosque que estaban antes. Zully tenía una parte de bosque seco que estaba conservada, que no se tocaba. La idea es repoblar esa zona. En general, allí se sembrará Fig tree (Ficus trigonata), Cotton tree (Ceiba petandra), Wild borch (Bursea simaruba), Foul ruts (Cordia sebestena). Además de mamoncillos y aguacates en su patio”, aseguró Junior.

Poco a poco volverán las diferentes tonalidades de verde del bosque seco a las islas de Providencia y Santa Catalina, y renacerán los patios isleños de las casas raizales. En la casa de Rita y Zully pronto comenzarán las siembras. Que vuelvan los bosques, el Cotton tree, el Hog plum, el cedar y más especies nativas a las islas.

Así se recuperan los bosques de Providencia un año después del huracán Iota
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